14 de marzo de 2012

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Llevo desde el viernes viendo todos los días al menos una película. No suelo ser muy exquisita, simplemente escojo una y la veo. No lo pienso demasiado.
Me gusta no saber nada de la película antes de verla. Quiero descubrir la historia yo, quiero sentir que me la están contando a mí. No me gusta pensar que una misma peli a ido de persona en persona hasta que un día llegó a mí. Sigo recomendaciones de personas muy concretas con las que coincido más de un noventa por ciento de las veces. Aún así no quiero saber ni tan siquiera que actores salen en ella, exceptuando de ciertos actores por los que tengo debilidad.

Digo todo esto porque es lo que he estado haciendo esta casi última semana. Me he sentido que puedo hacer todo lo que me proponga con Catch Me If You Can. Me ha transmitido el sentimiento luchador el pequeño August Rush. Me he enamorado de James Franco en Good Time Max. Y me he querido sentir libre con Martha Marcy May Marlene... Gastamos tiempo todos los días haciendo cosas que no nos gustan, para conseguir un objetivo que nadie nos ha prometido. Entonces, ¿merece la pena hacerlo?, "¿no podemos tan sólo existir?".

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