10 de julio de 2011

CAMPO GRANDE


Estación de Campo Grande, Valladolid

Son incalculables las veces que este año he pasado por esta estación pero durante los cinco minutos que se para el tren siempre tengo la misma tentación de parar ahí mismo mi viaje. Reconozco mi relación de amor-odio, más de uno que de lo otro con Pucela, pero su estación me crea una sensación única.
El tren nos hace llegar tan lentamente a ella que incluso nos permite observar detalladamente cada edificio y muro. Es como esas atracciones de algunos parques en las que tienes que ir descubriendo la escena con la mirada.
Se incorporta gente nueva en los asientos que ya han quedado libres, pero no puedo evitar mantener fija mi mirada en la ventanilla.
Luego, una vez que vuelve avanzar su trayectoria, los vagones se cuelan entre edificios enladrillados y ruinosos que recuerdan a suburvios de película. Es como si en su parada dividiera la ciudad en dos partes que poco tienen que ver entre ellas.

Tal vez algún día me baje pero hasta entonces lo volveré a mirar todo desde dentro una y otra vez.

1 de julio de 2011

I'D CROSS THE WHOLE WORLD FOR SOMEONE LIKE YOU



El otro día pasando la tarde con un amigo, le comenté que ya habían pasado unos cuantos días desde que me fui del piso en el que viví este curso pero que por unos motivos aún no había podido recoger todas mis cosas. Estuve durante una semana "rara", tenía el sentimiento de que mi vida estaba desperdiciada por varios sitios. Además recientemente también, mis padres se han mudado, por lo que mis cosas estaban en muchas casas distintas. No tengo grandes cosas, no me gusta atarme a cosas materiales pero tenía una necesidad de ordenar tanto esas pequeñas cosas como las sensaciones que ésto me estaba suponiendo.
Pues comentándolo con este amigo mío, deducí que la vida es así, como varias mudanzas de golpe. Vamos dejando trocitos nuestros por muchos lugares y personas. Vamos, volvemos y tal vez algún día nos recordaremos. Cosa bastante aterrante según mi punto de vista.
Total que hablando y hablando, me propuso coger el coche e ir a por todo. No lo pensé demasiado. Se acercaba el día en el que tenía que llevarme todo sí o sí, estabamos pasando una tarde agradable y siempre que se trate de un viaje, sale un "sí" de mi boca inmediatamente.
No hay nada más que disfrute tanto como con los viajes, sean para lo que sean, o el tiempo que haya estar viajando. Si fuera por mí, me pasaría las tres cuartas partes del año viajando y conociendo sitios nuevos cada día.

Finalmente, recogí todo demasiado rápido, no dio tiempo a sentimentalismos, pero así nos pudo dar tiempo a ir a La Granja. Un pueblo digno de ver.

*Como el viaje fue totalmente inesperado no reparé en coger la cámara, pero ahí siempre está el móvil para guardar recuerdos.