Hay épocas en las que me agobio, como seguramente nos pase a todos, pero esta vez está siendo diferente. No estoy estresada por las cosas que pueda tener pendientes, por lo estudios o por alguna circunstancia más personal, sino es más un agobio por un sentimiento de no hacer nada con mi vida. Pasan las semanas y no hago más que ir a clase o estar en casa. Para mi es horrible teniendo en cuenta lo callejera que puedo llegar a ser.
Reconozco que en esta ciudad hay pocas cosas que hacer, y eso aún me agobia más.
Pero dejando tanto agobio y tantas cosas feas que pasan en mi vida, he estado con la cámara encima desde el finde pasado, yendo por lugares que antes no había estado. En realidad lo hago como si fuera una forma de huir. Cada vez me voy más lejos asi que lo mismo algún día termino en la otra punta del país.
Total que hoy, aprovechando que tenía el día libre, que se agradece con lo bueno que hacía, me he ido a uno de los barrios más lejanos de la ciudad. Una vez pasado este, he seguido a un conjunto de señores que caminaban por un paseo. Les he seguido sin saber a donde peregrinaban todos juntos, y a pocos metros más adelante me he contrado con el mundo animal.
Puede parecer raro, pero me ha alegrado, tal vez será por la sorpresa de encontrarme con algo inesperado.
